Patatas al jarabe de arce

No os podéis ni imaginar la alegría que me entró cuando abrí ese pequeño paquete que me llegaba a través de correos. Una pequeña caja que contenía un gran regalo, una botellita de jarabe de arce

Tenía muchas ganas de probarlo pero con una cosa y con otra, cuando estaba en los grandes supermercados no me acordaba de cogerlo y cuando me acordaba, en los pequeños supermercados de mi zona, no los había.

Ahora lo tenía en casa, no me lo podía creer, como caído del cielo. Tocaba hacer receta y me dio un flash, patatas, las deliciosas patatas que siempre suelo hacer con miel, esta vez las haría con jarabe de arce. Desconocía si quedarían bien o mal, era la primera vez que iba a usar este jarabe pero merecía la pena probar.

El resultado fue de lo mas acertado, tremendas patatas que sirven para acompañar la carne que mas nos guste. Ese día sirvieron para acompañar un pollo al horno.

Ingredientes

• 8 patatas medianas
• 4 clavos de olor
• 8 granos de pimienta negra
• 1/2 cucharadita de pimentón picante
• 1 cucharada de tomillo
• 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
• Sal
• 1 cucharada sopera generosa de jarabe de arce

Preparación

• Lavamos bien las patatas y sin pelar, las cortamos en gajos gordos.
• En el mortero ponemos la pimienta, clavos de olor, tomillo, pimentón picante y sal.
• Con la machacadera, machacamos bien hasta que  la pimienta y el clavo de olor esté bien molido y ligado con el resto de los ingredientes.
• Añadimos ahora el aceite y el jarabe de arce.
• Ligamos bien.
• Ponemos las patatas en una bandeja de hornear.
• Ponemos el contenido del mortero sobre las patatas y mezclamos bien para que todas las patatas queden impregnadas con el aderezo que hemos preparado.
• Llevamos al horno, 170 grados, unos 30 minutos. Cada horno es un mundo, siempre lo digo, así que tanto el tiempo como la temperatura es una cosa orientativa, controla y que no se queden las patatas ni crudas ni se quemen.
• Listas nuestras patatas para ser la guarnición perfecta.

Estupenda opción frente a las clásicas patatas fritas. Su sabor delicioso, un toque leve picante con un sabor dulzón que será una maravilla para todos los paladares.