El perfeccionamiento de la cocina se ha elevado a cifras incalculables, con escuelas, shows mediáticos y técnicas cada vez más avanzadas, lo que ha hecho que servicios como el catering, se distingan a sí misma como disciplina del extenso arte de cocinar. Sin embargo, no es apta para cualquier osado y aventurero, sino al contrario, requiere de reglas protocolarias que se convertirán en la clave de un servicio de altura.
La ceremonia del catering
Se está ante una actividad que consiste en la asistencia del cocinado y servicio de alimentos, que en su mayoría es requerida por instituciones de toda índole como exposiciones, conciertos, encuentros empresariales, bodas y cualquier tipo de evento colectivo, que debe cumplir ciertas pautas de cantidad, horarios, espacios, tipos de menú, personal disponible, controles de calidad, configuración y ambientación de comedor, materiales operativos y precios.
A priori, hay que tener muy presente la solicitud del cliente contratante. Se encontrarán peticiones desde repertorios con degustaciones temáticas, hasta elaboraciones de orígenes sostenibles y con formas de preparación muy específicas.
En segundo lugar, contar siempre con adecuadas formas de presentación, ya que éstas pueden variar desde platos servidos, distribución de estaciones, bufés, pasabocas, “coffee breaks” y hasta almuerzos empaquetados para que los catadores sólo se limiten a recoger su alimento y lo lleven consigo.
Es necesario, igualmente, hacer una elección de un lugar adecuado para llevar a cabo las muestras gastronómicas. La mayoría de los espacios empleados para servicios como éste, se catalogan por ser grandes hoteles, restaurantes y centros de convenciones, los cuales deben gestionar las pautas protocolarias generales, más todas las normas y alternativas de seguridad alimentaria que sean necesarias.
Otros aspectos del catering
Lugares como Muelle 21 Sevilla, dan opciones multidisciplinarias como cocina para eventos, para acoger exhibiciones comestibles y a públicos de cualquier naturaleza para la cata. Aparte, garantizan la efectividad sanitaria al ciento por ciento, lo que deja más que satisfechos a los clientes.
La higiene debe existir, no sólo con los manjares seleccionados, sino con la plantilla de empleados que manipulen los alimentos y con los instrumentos utilizados como los cubiertos, los vasos y los platos, que deben ser desinfectados con máquinas y métodos especializados.
Tampoco debe olvidarse la atención al cliente, y cuando suelen efectuarse eventos para gran cantidad de consumidores, es indispensable una buena organización de los tiempos en las cocinas, que hará que los platos salgan al minuto y en el orden correcto y, por si fuera poco, calientes.
Para lograr las temperaturas adecuadas, es bueno siempre poner en práctica técnicas como el baño maría y el uso del papel aluminio, el fondue y parrillas portátiles, que permiten al anfitrión terminar la comida a tiempo y en el mejor estado, todo en favor de los comensales.
El ritual de los embutidos
Uno de los ingredientes más atractivos para cualquier menú y receta gastronómica son los productos embutidos, que son altamente valorados en el universo gourmet, por sus potentes sabores y su facilidad de presentación, que se amoldan a cualquier evento y las necesidades de sus invitados.
Por ser elaboraciones típicas, resultan accesibles para las compras en mercadillos autorizados y se extienden en forma de curado (seco, salado, ahumado), material cárnico (pollo, carne de cerdo, carne de vaca y pescado) y su técnica de procesado incluye el escalado, crudo, fresco, aromatizados, curados absolutos o semicurados.
Aunque en España son conocidos el chorizo, la morcilla, o la longaniza, sus presentaciones varían de acuerdo a las genialidades de cada provincia. La longaniza artesana por ejemplo, es el embutido curado más respetado y buscado de Aragón.
Se distingue por su condimentada carne de cerdo blanco de Teruel y algunas se complementan con trozos de panceta, recubierta con la tripa natural de cerdo. Cuentan que su sabor transporta a la nostalgia de lo más encantador de su pueblo.
Catering y embutidos: una dupla perfecta
La frescura y simpleza de las ofertas curadas, las convierten en componentes básicos de los distintos catering alrededor del mundo.
Con una adecuada refrigeración, es muy común encontrar en las mesas, bandejas mixtas de embutidos variados, servidos de manera fría y en cortes precisos, de rodajas que compaginan bastante bien como acompañamiento de pan en sustitución de las salsas reinas. También es probable encontrarlos como entremeses informales.
Sin embargo, su uso práctico no sólo se extiende a degustaciones donde son protagonistas, sino que integran la base de recetas populares como el cocido de garbanzos, lentejas a la riojana, migas de pan, brochetas, pizzas y hasta paninis, lo que demuestra lo versátiles que son y que, unidos a mentes ingeniosas, darán resultados más que positivos entre los comensales.
María - Los Blogs de María -
Muy buen artículo! Me da una idea bastante detallada de cómo organizar un catering.
ResponderEliminarMuy interesante!! Me apunto para N montón de ideas!!
ResponderEliminarQue articuar más bueno María. Me he guardado un montón de ideas . Gracias
ResponderEliminarEstupendo el artículo, dando ideas que nos vienen de maravilla 👌
ResponderEliminarMuy bien! Con un buen catering nada puede salir mal! 😘
ResponderEliminarQue ideas más buenas gracias por compartir besos
ResponderEliminarSuper interesante, gracias.
ResponderEliminarFantástico!! La verdad es que son un alivio cuando tienes mil cosas que preparar!!!
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